Artículo de Paola Arcaná, Integrante de CIEDEPAS

Compartimos artículo de Paola Arcaná, Delegada Regional de CIEDEPAS en la Región de Cuyo.

Paola es Abogada, Mediadora y Responsable del Centro de Mediación de la Ciudad de Godoy Cruz, Mendoza.

 

NO ME ALCANZAN LAS PALABRAS PARA CONTARTE LO QUE SIENTO

¿Alguna vez te pasó? Me preguntaba ¿Por qué nos cuesta más poner en palabras lo que sentimos que lo que pensamos? Soy mediadora así que diariamente escucho conversaciones, palabras que van y vienen, que transmiten muchas más cosas de las que quizás sean conscientes quienes las dicen. Es que no solo hablamos con las palabras, sino que decimos mucho más con los gestos, el tono de voz y las miradas, que le dan la mayor parte del significado a nuestro mensaje.

Se trata de “lo qué decimos” y de “cómo lo decimos”. Generalmente hablamos acerca de lo qué pensamos y lo expresamos de acuerdo a cómo nos sentimos ¿Qué tan atento estamos a esto último? ¿Qué tan coherente es lo que transmitimos, lo que pensamos; con la manera en que lo hacemos, lo que sentimos?

Además, incluso cuando lo que queremos decir es lo que sentimos, es más difícil ponerle palabras; a veces se quedan cortas, otras siquiera podemos encontrar tan solo una palabra para hacerlo.

Mucho se ha escrito acerca de las emociones y los sentimientos; hay explicaciones, categorizaciones y etcéteras; me pregunto ¡¿Cómo transmitir desde el intelecto algo que ocurre en otro lugar?!

Las emociones son viscerales, se viven no se explican, suceden, vibran, se emiten todo el tiempo aún en los silencios.

Quizás nos cuesta identificarlas porque pareciera que no son tan contundentes como la mano, sin embargo, forman parte nuestra y de una forma tan intensa y real como nuestro cuerpo físico. Conocemos sus nombres: amor, miedo, ira, odio, alegría, serenidad, tristeza, angustia, placer… en fin y tantas otras... pero ¿Qué tanto registro tenemos de qué sensación interna, tan propia y singular, se corresponde con cada una de ellas? ¿Qué tan atentos estamos a lo que estamos sintiendo en cada momento de nuestro presente? ¿Qué sentís mientras lees este artículo? 

Dedicamos mucho tiempo a cultivar el intelecto y la razón, ideas, creencias, deducciones, métodos. Cuánto tiempo nos pasamos pensando qué debemos hacer, qué debemos decir, qué se supone que debemos esperar, nos anticipamos, queremos prever y planificar casi todo. Cuando contamos nuestras historias normalmente nuestra narrativa se centra en la “literalidad” de lo que dijimos, lo que nos dijeron y lo que sucedió, pero no nos enfocamos en contar cómo nos sentimos, qué emociones nos surgieron; y sin embargo… ¡Ellas siempre están!

Cuando nos privamos de sentir, de experimentar la vida y los vínculos a través de las emociones, limitándonos solo a nuestras ideas y pensamientos, les quitamos sabrosura ¡Les falta sazón! Nos privamos de lo más lindo, enredados entre deducciones y parámetros de lo que “debe ser” no le damos lugar a la novedad, a la sorpresa, a la espontaneidad, a la magia. 

Creo que las emociones nos permiten vincularnos desde un lugar más puro y sincero, las defensas y barreras se alojan en nuestra mente, no en nuestro corazón. Nuestra mente disfruta de divagar y perderse en el laberinto de las miles deducciones infinitas y sus conjeturas, mientras que nuestro corazón siente sin filtro, aquí y ahora, es claro y simple.

¿Quizás será por eso que no alcanzan las palabras? Será que a los sentimientos no basta con decirlos porque surgen, son y se manifiestan mientras estamos siendo en cada momento ¿Será por eso?

..if you only knew 
How easy it would be to show me how you feel 
More than words is all you have to do to make it real 
Then you wouldn't have to say that you love me 
'Cause I'd already know
 …” (More than words by Extreme)

Si tan solo supieras
Que fácil sería demostrarme lo que sientes
Más que palabras es todo lo que necesitas para hacerlo real
Entonces no tendrías que decirme que me amas
Porque yo ya lo sabría 

(Más que palabras. Extreme)